Hoy quiero contarte la historia de Celia, dueña de una empresa dedicada a la venta y envío de arreglos florales, regalos y desayunos a nivel nacional, las mejores épocas de venta para Celia son desde Febrero a Julio debido a las celebraciones de san Valentín, día de las madres, graduaciones, entre otros festejos. Durante la temporada fuerte del año, Celia contrata 70 nuevos colaboradores para poder abastecer la demanda, sin embargo, la otra mitad del año (de Agosto a Enero), Celia sólo conserva a su staff de planta. Celia capacita a la gente con fotos de cómo se arman los diferentes arreglos, sin embargo, en la ciudad donde tiene más ventas ha tenido varias quejas de clientes que reclaman no haber recibido lo que pidieron. Luego de revisar cuál era el motivo, Celia encontró que, debido a la alta carga de trabajo, los ayudantes generales tomaban las flores que “se parecieran” y que estuvieran más “a la mano”, para incluirlas en el arreglo y terminarlo de forma rápida; es así como se despachaban arreglos “parecidos” pero que no correspondían a lo solicitado.
Celia decidió modificar la distribución del taller y de las mesas de trabajo de los ayudantes generales, además de incluir a un abastecedor de flores que se encarga de suministrarlas para que cada ayudante general no tenga que invertir tiempo en desplazarse hasta el lugar donde se concentraban las flores, cada vez que se le acabaran.
La distribución correcta del taller y la adecuada disposición de las herramientas de trabajo de los colaboradores de Celia, propició que disminuyeran su tiempo de producción, se minimizaran los errores e incluso se disminuyeran los accidentes.’