De acuerdo con Forbes el 70% de las empresas familiares no sobreviven a la segunda generación y el 90 % terminan en la tercera al no ser capaces de enfrentar problemas internos como la falta de delegación de funciones, una inadecuada comunicación o el surgimiento de conflictos familiares.
Yo soy Dany Lizardi y te doy la bienvenida a Procesionaliza tu negocio. Este podcast está hecho para que conozcas todos los beneficios que los procesos le pueden brindar a tu empresa. El día de hoy hablaremos de la importancia de institucionalizar tu empresa familiar.
Si bien, para muchos emprendedores apoyarse de sus familiares en sus ideas de negocio resulta lo más acertado y seguro, de un momento a otro las relaciones familiares y de negocio pueden verse fracturadas.
Aquí te comparto algunas prácticas de institucionalización que te ayudarán a cimentar una empresa familiar fuerte y trascendente:
1. Establece un Protocolo Familiar, donde se reflejen por escrito las normas por las que se regirá la relación entre la familia y la empresa.
2. Crea un comité de directivo decisor, qué es esto? una figura que no represente a ninguna familia y ayude en la toma de decisiones complicadas.
3. Comienza con tu proyecto de documentación: la ausencia en la documentación formal de procesos provoca conflictos por la falta de claridad en las responsabilidades de cada quién. Una buena práctica es empezar por definir el organigrama, los puestos y sus funciones, así como la manera en que cada puesto rendirá cuenta de sus resultados y a quién.
Para las familias empresarias, la institucionalización debe ser vista como una acción que protege su legado empresarial, patrimonial y familiar.
Muchos dueños de negocios familiares comienzan a plantearse la necesidad de institucionalización de su compañía hasta que se vuelve inmanejable o después del surgimiento de su primer conflicto familiar grave.
Y es que, “nadie experimenta en empresa ajena”. Lo cierto es que, sin importar el tamaño o antigüedad del negocio, siempre será necesaria la institucionalización.
Como en todo proceso de cambio, existe la posibilidad de que, a partir de la institucionalización, aquellos individuos o grupos que vean amenazada su posición en la organización, manifiesten resistencia, por este motivo, lo más recomendable es que a la par que se inician operaciones, se desarrollen prácticas de institucionalización.
La institucionalización trae múltiples beneficios para la empresa, entre los que se encuentran:
- Dar estructura a la organización: a través de la documentación de procesos.
- Repartir responsabilidades, al determinar las funciones de cada uno de los puestos involucrados.
- Tomar decisiones con el equipo directivo, a partir del establecimiento de un consejo directivo con representación de todas las familias y otros involucrados clave como accionistas, consejeros o consultores.
- Medir objetivos, a partir de los indicadores de medición que se establezcan.
- Y finalmente, saber pedir resultados a cada uno de los puestos a través de estructuras jerárquicas definidas.
Y tú, ¿tienes una empresa institucionalizada? Contáctanos