¿Qué tipo de jefe eres? ¿De los que se enoja y golpea escritorios que todavía cree que generando temor la empresa va a funcionar mejor?, ¿de los que impone ideas y soluciones? o de los que ¿Prefieren escuchar y guiar? Que arman verdaderos equipos.
Hay una parte que como emprendedores aún no aprendemos, porque realmente nadie nos ha enseñado y esto no es necesariamente algo que se traen en la sangre o que se nace con ello y es entender que si seguimos dando instrucciones de cómo son las cosas, acostumbramos al equipo a depender de nosotros.
Imagina que cada ves que alguien se equivoca tu le das la solución de lo que DEBIÓ de haber hecho, lo más probable es que a la próxima, antes de realizar su actividad, va a venir contigo primero a preguntarte si lo que va a hacer está bien.
En cambio, qué pasaría si provocas a que cada quién analice el error, qué fue lo que pasó, qué fue lo que se hizo mal y cómo se puede hacer diferente para la siguiente ocasión.
Debemos recordar que como emprendedores que queremos convertirnos en empresarios, necesitamos formar un equipo de líderes, por lo tanto, debemos de ser un líder nosotros también para ellos, y volvemos a lo mismo:
-Establece las bases de la cultura de la empresa.
-Define responsabilidades.
-Diseña objetivos.
-Mide con indicadores.
Ya que tienes todo esto, confía y suelta y mide resultados de forma periódica.
La clave aquí es generar una cultura de gente responsable que proponga las soluciones, cambios y las mejoras desde su trinchera. De esta forma, no quedará toda la carga en ti y podrás ver una transformación en tu negocio que apunta a un crecimiento sostenido, no hay manera de que no resulte así.
¿Cómo se traduce todo esto que te digo? Muy sencillo, en vez de decir:
“hazlo así”
“Así se trabaja aquí”,
“ese es tu problema no mío”,
“otra vez haciendo las cosas mal”,
Enfócate en el objetivo que se pretende lograr e incentiva al trabajador a que exponga soluciones. Cuando trabajas de esta forma, es tu equipo el que sabrá que para un problema, hay que llegar con propuestas de solución y de ahí parten.
Emprendedor, decirle a la gente lo que tiene que hacer todo el tiempo te quita por completo la libertad que estás buscando y hace a tu empresa poco eficiente, cámbiate el chip y ábrete a la posibilidad de que tu equipo tenga mejores ideas que tu.
En pocas palabras emprendedor, si no cambias el “hazlo así” al “¿qué propones?” no hay no hay ruta trazada que te lleve a ser empresario.
Recuerda que no llegarás a ser empresario, si no dejas de ser necesario.